Por José Antonio Luna Neyra
En los últimos años, van cayendo uno a uno los más grandes corruptos del país, ministros, viceministros, funcionarios, gobernadores regionales y alcaldes. El primero fue Fujimori y el último el Contralor Alarcón, el mismo que cuando fue vice Contralor salvaba a los alcaldes y gobernadores que iban a ser revocados por el Jurado Electoral. Caída de corruptos producida, más que por acción de la fiscalía, el poder judicial o la misma Contraloría, por las denuncias periodísticas o la presión de la población.
Sin embargo, la lista de los grandes corruptos del país es mucho más larga. Toledo, García, Humala, Nadine, Keiko, Castañeda, Villarán, altos mandos de las fuerzas policiales y armadas, jueces y fiscales, empresarios, periodistas y altos funcionarios del gobierno y el estado, deberían estar ya tras las rejas y sentenciados para que paguen sus fechorías. En verdad, no ha habido mejor momento para combatir la corrupción que este momento de grandes destapes del caso LAVAJATO, ODEBRECHT, gracias a la justicia brasileña, que contrasta con la política de impunidad e inmunidad de la justicia peruana. Sigamos luchando con mayor empeño para que se haga justicia con todos los corruptos.
