Por Antonio Luna Neyra
La renuncia del Vice presidente MARTÍN VIZCARRA del ministerio de Transportes y Comunicaciones, en medio de la vergüenza, para evitar su destitución, resulta insuficiente para reparar el daño moral al país y sancionar la audacia apátrida del Premier ZAVALA y el presidente PPK, artífices del contrato y su adenda del aeropuerto de CHINCHEROS, CUZCO, que perjudicaban al Estado por más de 40 millones de soles.
La anulación del contrato y su adenda, verdaderos delitos de colusión desleal agravada y negociación ilegal, cometidos por los gobiernos de Humala y PPK, buscaban esconder la vergonzosa corrupción, descarada actividad lobista y falsa lucha contra la corrupción de estas autoridades, que demandan el más enérgico repudio de todo el pueblo y las más drásticas sanciones políticas y legales.
Este nuevo gobierno, prácticamente se ha zurrado en todos los peruanos y poco le ha interesado hacerlo en momentos que, gracias al escandaloso caso Lavajato, se estén destapando grandes acciones de corrupción de los últimos 4 gobiernos, donde Premier y presidente están comprometidos cuando fueron funcionarios del gobierno del prófugo Toledo. ¿Hasta cuándo aguantaremos el descaro de quienes roban sin vergüenza alguna los dineros de este pobre país?