SANTIAGO (Sputnik) — La acusación al Gobierno de Venezuela de dar un golpe de Estado forma parte de una acción política sin fundamentos, dijo a Sputnik el senador chileno Alejandro Navarro.
El TSJ venezolano anunció que asumiría todas las competencias de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, mientras este continúe bajo sentencia de desacato.
"Se advierte que mientras persista la situación de desacato y de invalidez de las actuaciones de la Asamblea Nacional, esta Sala Constitucional garantizará que las competencias parlamentarias sean ejercidas directamente por esta Sala o por el órgano que ella disponga, para velar por el Estado de Derecho", señaló en un comunicado.
Desde entonces, todos los acuerdos y decisiones del Poder Legislativo han sido declarados como nulos e írritos por el TSJ.
El cese de facultades de la Asamblea Nacional "es una medida que está dentro de la Constitución de Venezuela", que obedece a una pugna entre dos poderes del Estado, donde uno ha caído en desacato al no dejar fuera a tres parlamentarios "que no habían sido proclamados", sostuvo Navarro, fundador del izquierdista Partido País.
Diputados opositores venezolanos, quienes llamaron a marchar por las calles del país caribeño, calificaron la decisión del TSJ como un intento de frenar su poder, con el fin de servir al presidente Nicolás Maduro.
Llamado al encuentro
En opinión de Navarro, el llamado de Borges "puede desencadenar acciones de violencia que nadie quiere".
En esta línea, el también integrante de la comisión senatorial de Derechos Humanos en Chile, pidió a la comunidad internacional "medir en su justa dimensión esta situación y hacer un llamado al encuentro de los poderes del Estado" en Venezuela.
El legislador chileno remarcó que la posible invocación de la Carta Democrática de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en contra de Venezuela es una disposición "irresponsable", que daría "luz verde a una intervención de cualquier tipo de parte de Estados Unidos".
En esta línea, instó a la presidenta chilena Michelle Bachelet a proponer a Caracas un camino de "reencuentro, paz y diálogo", con el objeto de resolver las controversias institucionales y rechazar la intervención internacional.
En el otro extremo, el senador derechista y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Chile, Hernán Larraín, exigió una pronta reacción de la OEA y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) ante la sentencia del TSJ venezolano.
Larraín señaló que el pueblo venezolano está próximo a ser "arrasado por las ambiciones ególatras de un dictador que ya no contempla límites en su afán de poder".
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